Varios falsos mitos sobre los platos microondables en la hostelería

1 de diciembre de 2022

Su tamaño, precio, portabilidad y funcionalidades han convertido el microondas en un dispositivo esencial en cualquier cocina, tanto doméstica como profesional desde hace más de 70 años. Y aunque los primeros aparatos tenían el tamaño de un frigorífico, pesaban más de 300 kg y costaban miles de dólares, hoy en día son manejables, potentes, tienen un precio mucho más razonable y sirven para realizar tareas como recalentar platos, descongelar, atemperar, calentar e incluso cocinar alimentos. Hoy en día para preparar un buen plato para microondas solo hace falta la comida, el aparato y una toma de corriente

A pesar de que esta tecnología no siempre ha gozado de buena prensa, las supuestas taras de calidad en el cocinado e incluso de seguridad que se le han atribuido a estos aparatos son falsos mitos sin ninguna base científica. Por ejemplo, durante mucho tiempo se ha sostenido la idea de que las microondas escapaban del aparato y afectaban a la salud del ser humano, cuando está demostrado que un aparato en buen estado no filtra las microondas al exterior, y que incluso en el caso de que lo hiciera, éstas perderían intensidad de forma inmediata y serían inocuas para el ser humano.

Las radiaciones no “alteran” los alimentos

Las microondas que emiten este tipo de aparatos se encargan de agitar las moléculas de los alimentos  para calentar la comida, al igual que hace cualquier otra fuente de calor; sin embargo, no modifican ni alteran la composición de los alimentos ni los contaminan con radiactividad, tal y como se llegó a sostener de forma malintencionada hace ya varios años. Por eso cualquier alimento es susceptible de ser cocinado en un microondas.

Las naranjas, espárragos y brócoli pierden propiedades

Solo hay unas excepciones a esta afirmación, y no tienen nada que ver con la seguridad alimentaria. Hay algunos alimentos que pierden parte de sus propiedades cuando se cocinan en el microondas, entre ellos se encuentran las naranjas, los espárragos y el brócoli.

Los huevos cocidos pueden estallar

Los huevos duros son otro de los alimentos con los que hay que tener cuidado, aunque por razones diferentes: si se introduce uno entero en el microondas y se somete a altas temperaturas puede llegar a explotar. La razón está en que el microondas tiene una forma característica de movilizar las moléculas del interior del huevo, con mucha rapidez: de esta forma genera vapor de agua en su interior y puede reventar la cáscara de forma violenta. 

Hervir agua puede ser peligroso

Donde también hay que tener cautela es con el agua: cuando el líquido llega al punto de ebullición en un microondas se generan burbujas que pueden “romper” en el momento en que se introducen elementos como una cucharilla. Cuando ocurre esto el agua caliente se puede proyectar hacia el exterior y causar quemaduras a quien se encuentre cerca. 

Hoy en día los microondas son un elemento básico de cualquier cocina profesional. En muchos bares y restaurantes se utilizan dispositivos domésticos de gama media y superior, pero es habitual encontrar microondas profesionales de mayor potencia y prestaciones, y dispositivos avanzados que combinan las funcionalidades de estos hornos con otros de convección para aportar mayor rapidez y programas específicos para cada tipo de producto.

Platos microondables

Este tipo de dispositivo está especialmente indicado para regenerar determinados alimentos que por sus características específicas no sufren ningún tipo de merma desde el punto de vista organoléptico. ¿Qué tipo de platos se pueden meter en el microondas? Entre ellos se encuentran los platos de pasta, las verduras, las legumbres, las cremas y las sopas: todos ellos se pueden regenerar con un resultado óptimo y reducir los tiempos de preparación de los platos. Además, este tipo de horno es ideal para terminar la cocción de lasañas y gratinados y aportar el toque final al plato, y para preparar platos de carne, pescados, guisos y asados

Calidad profesional

Los platos microondables calidad profesional se llevan utilizando en hostelería desde los años 80, cuando se empezaron a comercializar productos específicos para esta tecnología, como platos de pasta con salsa de calidad profesional. Desde entonces, la innovación aplicada al sector alimentario ha favorecido la aparición y la comercialización en el ámbito hostelero de nuevas recetas de gran calidad. Hoy en día existe una amplísima variedad de platos de calidad profesional preparados para su regeneración en microondas que incorporan unas condiciones de textura, sabor y presentación equivalentes a las soluciones de la cocina convencional.