El suministro y la distribución de alimentos son dos de los aspectos de mayor importancia a la hora de garantizar la calidad del servicio en el canal horeca. Esta área de actividad tiene una enorme relevancia y repercusión económica, y exige cada vez mayores cotas de especialización para poder mantener la actividad empresarial en términos de competitividad y rentabilidad.
Servicio de venta integral y multicanal
El distribuidor horeca debe contar con un equipo comercial especializado capaz de ofrecer un servicio de venta integral y multicanal, y disponer de un catálogo de productos lo más amplio posible que le permita convertirse en un proveedor 360 para todo tipo de clientes y necesidades, desde alimentos refrigerados y congelados a elementos que se pueden conservar a temperatura ambiente, bebidas, etc. En el ámbito de la gestión de los distribuidores horeca, uno de los aspectos críticos para garantizar la calidad del servicio radica en el establecimiento de rutas de reparto optimizadas que permitan, por un lado, adecuar los repartos a las necesidades de cada local y, por otro, facilitar al cliente el aprovisionamiento de alimentos y productos; de esta forma los distribuidores de alimentos contribuyen a que sus clientes precisen un espacio de almacenamiento ajustado y, al mismo tiempo, se aseguran de desempeñar su trabajo en condiciones de rentabilidad.
Otro de los aspectos que contribuyen a garantizar la calidad del servicio tiene que ver con el suministro de productos de marcas de confianza. La distribución de estos productos de renombre, unidos a la prestación de un servicio de calidad, contribuyen a reforzar la reputación del distribuidor.
Sin embargo, la distribución y el comercio de alimentos suele llevar aparejados diversos problemas que complican la agilidad en el suministro y, por lo tanto, la eficiencia y la competitividad de los propios clientes.
Almacenamiento y distribución
- Ausencia de rutas optimizadas. Uno de estos inconvenientes tiene que ver con la ausencia de rutas optimizadas y los consiguientes retrasos en los plazos de suministro.
- Problemas en los plazos de entrega y falta de stock. Una planificación deficiente en el proceso de distribución de alimentos se suele traducir en problemas en los plazos de entrega y de abastecimiento y falta de stock, inasumibles en el canal horeca.
- Dificultades de almacenamiento. Esta falta de planificación provoca, a su vez, problemas de espacio y de medios de almacenamiento del cliente: la falta de agilidad y fiabilidad en el suministro y la distribución de productos le pueden obligar a disponer de mayor espacio de almacenamiento del que necesita, a incrementar su stock de productos y a asumir costes adicionales de espacio de almacenaje.
- Almacenamiento de productos a diferentes temperaturas. Otro de los problemas más recurrentes en la distribución alimentaria en el canal horeca es el suministro de productos a diferentes temperaturas. A pesar de las ventajas que ofrecen los alimentos congelados, muchos distribuidores no cuentan con las instalaciones adecuadas para almacenar productos a diferentes temperaturas, y mucho menos, con una flota de vehículos específica para prestar un servicio de distribución integral capaz de preservar la cadena de frío.
Optimizar la gestión
- Gestión de cobros y pedidos. A estos inconvenientes se les añaden los relacionados con la gestión de los cobros y de los pedidos. El tiempo que dedica el personal de ventas a esta tarea le resta dedicación a su propia labor de atención a las necesidades del cliente, a la presentación de novedades, etc.
- Colocación de elementos mobiliarios. Los distribuidores también suelen dedicar parte de su tiempo a realizar gestiones con las marcas de cara a la implementación en los locales de sus clientes de maquinaria de almacenaje y conservación, mobiliario, electrodomésticos de cocina, cartelería, etc. Estas gestiones ralentizan la labor comercial y perjudican la atención al cliente.
- Tareas ajenas a la labor comercial. En general, el distribuidor dedica tiempo a labores relacionadas con los pedidos, etc., que corresponden a sus clientes y que le restan tiempo para desempeñar su trabajo con eficiencia.
Medidas correctoras
Estos problemas obligan a adoptar medidas correctoras en la prestación del servicio para evitar que se traduzcan en sobrecostes, en mermas en la eficiencia y, en último extremo, en una pérdida de clientes. Entre estas medidas están:
- La digitalización de los negocios para aumentar el control y la trazabilidad del servicio.
- La formación y concienciación al cliente acerca de los beneficios operativos que acarrea la implementación de herramientas digitales a la hora de mantener un control de stocks y de servicios, de prever la demanda, etc.
- La utilización de nuevas tecnologías para agilizar la realización de pedidos.
- El asesoramiento continuo al cliente y a los chefs por parte del equipo de ventas.
Estas medidas y herramientas ayudarán a mejorar la logística, a incrementar la eficiencia en el control de stocks y, en definitiva, a optimizar la gestión diaria del negocio, mientras, al mismo tiempo, contribuyen a dinamizar el trabajo del distribuidor horeca.