La distribución es uno de los talones de Aquiles de la hostelería. Ningún negocio de restauración puede garantizar su rentabilidad y competitividad si no cuenta con un distribuidor Horeca que asegure su aprovisionamiento con productos innovadores y con todas las garantías de calidad, trazabilidad y seguridad alimentaria. Contar con proveedores de hostelería acreditados y confiables no solo garantiza la disponibilidad de productos sino que aporta un plus de seguridad que contribuye a optimizar el servicio. Para poder seleccionar a los mejores distribuidores de alimentos antes es necesario identificar algunos de los problemas más comunes que se producen en la operativa diaria con los proveedores de hostelería. Estos son algunos de ellos:
· Sistemas manuales en lugar de herramientas digitales.
La digitalización es una aliada básica en cualquier ámbito profesional, especialmente en la hostelería, donde existen multitud de referencias, productos, etiquetados, etc. Este tipo de herramientas agiliza la realización de pedidos al profesional Horeca, facilita la trazabilidad de los alimentos, ayuda a mantener un control de los plazos de consumo preferente, simplifica las tareas administrativas y un largo etcétera que se traduce en mayores cotas de eficiencia y de seguridad.
· Un único canal de venta.
Los proveedores de hostelería deben poner a disposición de sus clientes la mayor cantidad de canales de venta posibles para asegurar el suministro de productos y alimentos, y garantizar la prestación de sus servicios.
· Rutas de reparto no planificadas.
Uno de los principales problemas que tienen los proveedores a la hora de realizar su trabajo es carecer de rutas de reparto optimizadas y planificar de forma deficiente el proceso de distribución de alimentos. Estas ineficiencias se suelen traducir en incumplimientos de los plazos de entrega y en problemas de abastecimiento y de falta de stock, inasumibles en el canal Horeca.
· Suministro no ajustado a las necesidades.
A pesar de que la realización de los pedidos corresponde al profesional hostelero, los distribuidores de alimentos pueden asesorar a sus clientes a la hora de efectuar sus compras en función, por ejemplo, de la periodicidad del reparto, especialmente en el caso de determinados productos más específicos y con menor demanda. Un suministro corto es sinónimo de falta de stock mientras que un exceso de género puede traducirse en problemas de almacenamiento para el hostelero y en posibles mermas o desperdicio alimentario.
· Flota de vehículos de reparto no refrigerados.
Los alimentos son productos sensibles que deben mantenerse en óptimas condiciones de conservación y transporte en todo momento. Los proveedores del canal Horeca deben contar con vehículos específicos para realizar el servicio de distribución a diferentes temperaturas, tanto para productos congelados como en frío positivo o en temperatura ambiente, y garantizar así su óptima conservación en todo momento.
· Pedidos mínimos de gran volumen.
Algunos distribuidores imponen a sus clientes la realización de pedidos mínimos de gran volumen para reducir su número de operaciones de transporte. Este hecho obliga a los restauradores a agotar su espacio de almacenamiento de forma prematura e incluso a acumular productos y arriesgarse a que caduquen antes de poder darles salida.
· Ruptura de la cadena de frío de los congelados.
Los productos congelados son especialmente sensibles a los cambios de temperatura. Si la cadena de frío se rompe en alguna fase, tanto en la conservación como en el transporte, comienza a deteriorarse la calidad de los alimentos así como la pérdida de cualidades organolépticas entre otros factores, aumentando el riesgo de intoxicación.
· Falta de asesoramiento.
Los equipos comerciales y de cocina de los distribuidores del canal Horeca deben dedicar parte de su labor a prestar asesoramiento a los restauradores para que dispongan de las últimas novedades para realizar su trabajo. Este asesoramiento culinario es el que permite a los hosteleros mantener una carta actualizada y beneficiarse de la innovación que llevan a cabo los distribuidores.